La Plaza Mayor de Madrid es uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. Y también uno de los más concurridos y visitados.
Son muchos los elementos que la componen y la definen, pero si hemos de destacar uno, que sea la imponente estatua ecuestre de Felipe III.
La estatua ecuestre de Felipe III se encuentra situada en el centro de la plaza, presidiéndola. Y desde que la estatua se ubica en ese lugar, hace más de 160 años, es testigo mudo de todo lo que en la Plaza Mayor acontece.
A la estatua le dieron forma, la moldearon, los escultores Pedro Tacca y Juan de Bolonia y se realizó en Italia, concretamente en Florencia. Y la estatua fue creada a petición de Cosme de Médicis, duque de Florencia, para regalársela posteriormente al monarca español.
Se trata de una enorme escultura de más de cinco toneladas, por lo que no es difícil concluir que el traslado de Florencia a Madrid no fue tarea fácil. Fue Antoni Guidi el encargado de trasladar a España esta gran escultura obsequio del duque de Florencia al rey Felipe III.
La escultura no ha estado siempre en la Plaza Mayor, en un primero momento se ubicó en la Casa de Campo. Fue posteriormente, en el año 1848, cuando la reina Isabel II, ordenó el traslado de la estatua a la Plaza Mayor. Y lo cierto es que, con el tiempo, se ha convertido en elemento inseparable de la plaza.
