Madrid

De veraneo por Madrid

puerta del sol La última vez que visité Madrid viajé en pleno agosto. Me habían dicho tantas veces que “aquello es un horno insoportable” que estaba sugestionado, casi disgustado, pero me llevé una muy grata sorpresa: el Centro Histórico muy tranquilo, con algunas decenas de turistas contemplando los monumentos, y el clima era igual de soportable que en cualquier otra parte de la geografía española. Pero quizás ayudó mucho el contratar viajes a Madrid exclusivos, que te lo ponen todo muy fácil, Compañías como Voyage Privé, para sacarle un mayor partido a los días que pases en la Capital. museo-del-prado-recortada De los cinco días que pasé en Madrid (pues el primero y el último de la semana los pasé viajando), dediqué los dos primeros a visitar los lugares emblemáticos. Me recogían a las 9:30 del Hotel y un guía turístico me iba explicando por encima cada edificio histórico: Puerta del Sol, edificios de La Castellana, Puerta de Alcalá, Museos importantes, incluso recorrí parte del Parque del Retiro y me esperaron hasta mi regreso del paseo, con un coche climatizado y un trato exquisito, el tour se hace muy agradable. El Templo de Debod, en la calle Ferraz, es un sitio de lo más recomendable para visitar. Ya sé que es un tópico decir maravillas sobre el Museo del Prado, pero sin ser aficionado a la Pintura te sorprende la calidad, la mano mágica de todos aquellos maestros de épocas distintas y reunidos en un espacio común. Templo-de-Debod-Atardecer Las actividades nocturnas en Madrid siguen en marcha como en el resto del año. Quizás algunos locales menos céntricos cierren durante el verano, pero por el Centro encuentras diversión como siempre, con la diferencia de que no está tan abarrotado y al menos para mi es una bendición. La Gran Vía de Madrid es un lugar perfecto para ir de tiendas por el día y de cena y espectáculos por la tarde/noche. El tercer día fui al Parque Warner y pasé un día de lo más entretenido (conocí a Laura, de Guadalajara, pero eso no os lo voy a contar, je je). Los dos últimos días aproveché la amistad nacida con los amigos de Laura y acudíamos al Barrio de Malasaña, que es también un lugar muy atractivo durante el día, con las casonas alegremente decoradas con flores asomando en los balcones. Sólo espero repetir esos dos días últimos pasados con Laura, así que he vuelto a reservar los servicios de Voyage Privé para visitar el Madrid que no pude ver, pero esta vez con el aliciente de quedar con Laura para que el tour sea completo.

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